Cocina: Todas sus partes se pueden comer crudas o cocidas, especialmente las hojas y flores, estas últimas se producen en época de sequía. Las hojas pueden usarse para hacer jugos y batidos mezclado con otras hojas o cítricos. Las vainas, estando verdes, se pueden cocer y tienen gusto parecido a los frijoles verdes. Cuando están maduras se hierven con un poco de sal, se abren y se extraen las semillas ya listas para consumir, de sabor parecido al garbanzo y también se pueden tostar. Las raíces son comestibles, parecen zanahorias pero de gusto picante.

Producto procesado: El aceite de la semilla es de alta calidad, es comestible, se emplea en la industria cosmética y como biodiesel.

Medicinal: Es ampliamente usada en la medicina tradicional de la India. Las hojas se aplican como cataplasma para las heridas y se frotan en las sienes para dolores de cabeza. El aceite se aplica externamente para enfermedades de la piel. La goma rojiza que exuda se utiliza a veces para aliviar la diarrea. Las raíces se usan como tónico para el cuerpo y los pulmones y como emenagogo, expectorante, diurético suave y como tranquilizante. La decocción de la raíz se utiliza en Nicaragua para bajar la retención de líquidos. Las hojas en infusión se toman para mejorar la digestión y la decocción de las flores se utiliza contra la tos.

Otros: Las vainas y semillas son útiles para purificación del agua. Contienen un polielectrolito catiónico que ha demostrado su eficacia en el tratamiento del agua (eliminación de turbidez). Las hojas son útiles para forraje, como abono y como fungicida contra los hongos que atacan las raíces.